El perdón es, junto con la gratitud, una de los más eficaces mecanismos de mejorar nuestras vidas. Debemos recordar que el perdón libera a quien se siente ofendido, y en esa medida es unilateral, no requiere ser pedido ni aceptado. Al perdonar nos quitamos una carga emocional, y damos espacio a la sanción y a que esta carga sea reemplazada por sentimientos positivos que nos generan valor. Muchas de nuestras angustias, reconoces y desentendimientos los cargamos esperando a que nos ofrezcan una disculpa, una reconciliación o cuando menos la admisión de un error. No tiene sentido que esperemos a esto cuando nosotros mismos, a través del perdón, nos podemos liberar de ellos. juan.