La gratitud es el camino más rápido hacia la plenitud y la felicidad.
A través de la expresión de gratitud obtenedlos nosotros mismos gracias (gratia en latín), que nos sanan y llenan en espíritu. Al igual que el perdón y el amor, la gratitud puede ser un acto unilateral. Puedes agradecerte a ti mismo, a los demás, a la vida, al clima… lo que quieras, y eso te llena de energía y te conecta con lo que te rodea.
La gratuitud es activa, se debe expresar. De poco sirve agradecer en secreto, quedarse con lo que recibes sin ser recíproco. La neurociencia incluso señala que puedes agradecer cosas futuras, de tal manera que te programas para estar listo para que se hagan realidad.
También requerimos desarrollar nuestra capacidad de recibir, para tender conciencia plena de lo que nos llega y poder agradecerlo.