Desde el punto de vista de acceso laboral, quizás resulta exagerado decir que es difícil o imposible conseguir trabajo después de los 40 años, pero quizás sí lo es después de los 45 años, pues la demanda de este tipo de trabajador se ha vuelto menor; en la práctica, casi que inexistente después de los 55-60 años. Como siempre, con más dificultad para las mujeres.